El final fue un broche de oro, con la actuación de Jonathan Santiago, que demostró ser muy querido por parte de todos sus vecinos. Fue aclamado a su llegada al escenario, y las palmas no cesaron hasta que volvió a bajar del mismo, ya cerca de las once y media de la noche. Día para el recuerdo, para muchos, por el compendio de imágenes, emociones y sensaciones que se han vivido.
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